Sin prisa pero sin pausa, la comunidad en su conjunto fue dando con firmeza sus pasos por un camino, en el cual, como es obvio, también se encontró con la necesidad de una Capilla, ya que las Misas se celebraban en la casa de la Sra. de Protolongo, al mismo tiempo que Doña Sara Ravazzano era la encargada del dictado de las clases de catecismo. Pero la férrea voluntad de los primeros vecinos, logró conformar la comisión protemplo un 16 de mayo de 1932, la cual contó con el apoyo del Padre José Criado Alonso. Un año más tarde, gracias a la fe y al trabajo, lograron colocar la piedra fundamental de la Capilla San Roque, el 22 de octubre de 1933, y el 2 de febrero de 1935 a las 17 hs., el templo fue inaugurado y bendecido por el Padre Felipe Prat, párroco de Luján.

Aunque el pueblo por fin tenía Capilla propia, no tuvo cura estable hasta que el 14 de enero de 1951, en calidad de Capellán llegó el Padre Carlos Battel, de origen italiano. A partir de ese momento se hicieron varias reformas del edificio dotándolo de mayores comodidades para el culto y otras actividades sociales. Y así fueron transcurriendo los años hasta que el 12 de agosto de 1965 la Capilla fue reconocida como Parroquia y desde allí se atendería también pastoralmente a la entonces Capilla San José de Torres.